En los últimos 30 años ha mejorado mucho la tipificación del
TDAH con la identificación de los síntomas nucleares, el uso criterios
diagnósticos operativos, la detección de un componente etiológico genético, y
la existencia de tratamientos farmacológicos eficaces.
Hoy día caben pocas dudas acerca de su existencia como
trastorno que provoca un importante deterioro del funcionamiento académico,
laboral, y social.Desde el punto de vista psicológico ya que existe un cuadro
clínico tipificado (DSM-IV) claramente identificable y que persiste a lo largo
del tiempo. Desde el punto de vista medico ya que se han detectado alteraciones
neuropsicológicas y de neuroimagen asi como disfunciones en el metabolismo
o en el flujo cerebral de la Dopamina en estos pacientes, y desde la
clínica ya que existe un tratamiento farmacológico específico que funciona. Y
solo unos pocos iluminados se atreven a cuestionar su existencia.
Pero constantemente
observamos que a pesar de que existe unanimidad entre las psiquiatras
que investigan sobre el TDAH y que existe un consenso internacional sobre el
TDAH y su tratamiento, la controversia sobre este trastorno continúa tanto entre los profesionales de la “salud
mental” como en los medios, lo cual sigue afectando negativamente la vida de
las personas con TDAH y de la gente que les rodea.
Me parece que lo lógico tendría que ser aceptar los
resultados que están corroborados por las investigaciones y estudios que hay
sobre el tema y que sirven de base al consenso medico. Y mas si se trata de
profesionales de la salud que se dedican a la practica clínica (léase
diagnostico y tratamiento).
Así que no puedo entender que aun existen psicólogos, terapeutas, educadores, etc.
Que siguen rechazando este consenso y poniendo en duda los hechos científicos
para defender teorias erroneas , acientificas o caducas. ¿O si?
Lo preocupante es que algunos padres, confundididos o asustados, rechacan un
diagnostico emitido por un psiquiatra infantil, rechazan dar a su hijo el
tratamiento recomendado por el ministerio de salud y la Seguridad Social y se
agarren a las terapias alternativas, Haciendo en el mejor de los casos perder
unos años de tratamiento a su hijo en la etapa mas importante, la de su
desarrollo.
Pero aunque despacio los estudios continuan, no se puede engañar a todo el mundo todo el
tiempo.
¿Y vosotros?
¿ llevais a vuestro hijo a un terapeuta que esta deacuerdo
con el consenso medico internacional o
de los que aun sigue pensando de que el problema de tu hijo es debido a la
educacion o a la alimentación o a que la abuela fumaba demasiado?
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